Hace algunas semanas, durante una reunión privada con consejeros de un importante conglomerado empresarial catalán, Alberto Núñez Feijóo concluyó su discurso sobre la situación política de Cataluña. Al finalizar, uno de los presentes lo felicitó, considerándolo su «mejor» intervención sobre el tema, y le planteó la pregunta: «¿Por qué no expresar esto en público?». Aquellos que lo conocen coinciden en que el presidente del PP se desenvuelve hábilmente en el discurso territorial de la llamada «periferia» de España. Disfruta reafirmando su concepto de un «catalanismo constitucional» (diferente al «constitucionalismo catalán»), una convicción que, según un consejero presente, se le nota claramente.
El líder del PP busca establecer puentes con la sociedad civil catalana porque, como siempre advierte José María Aznar, sin un buen resultado en Cataluña, no se puede gobernar España. Un ejemplo reciente fue el almuerzo que compartió Feijóo con los líderes de Pimec, la principal patronal de las pymes catalanas. Al contarle cómo derrotó a la candidatura respaldada por la ANC (instrumento del independentismo) con un 83% de los votos, Feijóo le dijo a su presidente, Antoni Cañete: «¡Tú eres mi héroe!».
La meta del líder popular en Cataluña es derribar el muro del independentismo para ocupar gran parte del espacio electoral que antes pertenecía a Ciudadanos y que ahora se inclina principalmente hacia el PSC. Su estrategia se centrará en involucrarse en las elecciones locales de Cataluña, con una presencia constante y un protagonismo personal destacado.
En la dirección de Génova tienen claro que Feijóo es el mejor candidato en la historia para que los catalanes no vean al PP como enemigo de Cataluña. «Él será el candidato, visitará Cataluña con frecuencia», revelan. «Descentralización, catalanismo, autonomismo, gestión diferenciada de los territorios… Feijóo no tiene un papel tan árido para Cataluña como los anteriores líderes del Partido Popular», explica un dirigente nacional del partido. «Feijóo genera interés en Cataluña», agregan, refiriéndose a sus intervenciones ante el poder económico de la región, donde sorprendió con su apelación al «catalanismo».
«Pedro Sánchez alimentará a los independentistas para mantener la tensión, pero nosotros apelaremos al pragmatismo de los catalanes. La clave es no jugar con fuego nuevamente. Queremos que vuelvan las empresas que huyeron durante el procés, y para eso se necesita un cambio de enfoque», sostienen fuentes oficiales del PP. «La mayoría hace cálculos y prioriza la crisis sobre la independencia». En este sentido, «Feijóo tiene un discurso más pragmático que dogmático, y eso se ajusta a una mayoría que busca gestión y pragmatismo».
«Y tiene políticas socialdemócratas», presumen, mencionando la deflactación de la tarifa del IRPF para quienes ganan menos de 40,000 euros y un cheque hipotecario para las rentas bajas. Esto podría ser suficiente para atraer a votantes del PSC descontentos con los últimos movimientos penales de Pedro Sánchez. Feijóo «peleará» con insistencia contra lo que llama «Código Penal de autor», según afirman en Génova. El presidente del PP tiene un discurso territorial diferente al de Pablo Casado y ha prometido «descentralizar» las decisiones dentro de su partido, lo cual le ha valido críticas de Vox, que lo considera el PNV gallego, es decir, un nacionalista. También denunciará en Cataluña que, a su juicio, Sánchez se «encamina» hacia un referéndum de autodeterminación, y apelará al voto refugio de los constitucionalistas. En su última entrevista con este diario, Feijóo dijo: «Debemos dirigirnos hacia el proyecto constitucionalista catalán, es un espacio huérfano en este momento que el PSC ha abandonado, necesita una referencia política y estoy en disposición de construirla con toda la generosidad». «Estamos en una situación inédita, con un Gobierno que no tiene límites y con un presidente que carece de los más elementales sentidos de Estado», añadió.
